Travel Diary: Escapes Caraqueños

 Solemos enfocarnos en nuestra rutina citadina sin a veces pensar en escaparnos por un rato para disfrutar de lo que rodea la ciudad. Cuando tenemos muchas diligencias, proyectos en camino, planes y eventos que organizar, se nos olvida cuánta falta nos hace desconectar nuestra mente para darle el descanso necesario. Sin embargo, durante algunos años he podido disfrutar  de pequeños encantos alrededor de Caracas.

1.- El Ávila: Todo caraqueño que quiere estar en contacto con la naturaleza, pero no tiene tiempo para viajar por muchos días sabe que puede contar con el tesoro más admirado de nuestra ciudad. Ya sea subir a pie, en teleférico o en rústico, el Ávila tiene ese no sé qué que nos ayuda a encontrar ese balance entre el estrés y la relajación.

2.- Playas: A 45 minutos de Caracas tanto en la Guaira como en la costa mirandina tenemos esa brisa marina que tanto necesitamos. Los escapes a la playa siempre son necesarios para cargarnos de energía. Mis favoritas son las playas de Chirimena. 

3.- Pozo Suruapo: En los Altos Mirandinos, escondido entre la montaña, se encuentra un restaurante lleno de tradición y sabores. Catalogado como el mejor restaurante de comida criolla en Miranda durante el 2015, Pozo Suruapo es de esos lugares donde pasas toda una tarde para relajarte y disfrutar del clima, la vegetación, la gastronomía y la fauna de San José de los Altos. Mi experiencia en este lugar fue increíble ya que disfruté de uno de los mejores descansos que necesitaba.

4.- La Colonia Tovar: Cerca de Caracas, en el estado Aragua, la comunidad alemana escondida en las montañas ofrece posadas y restaurantes, aventuras en rústicos y la experiencia en Parapente. Este sitio es ideal para visitar con amigos, familia y en pareja. Me encanta la Colonia Tovar porque siento que cruzó el charco sin necesidad de tomar un avión. 

Estos son solo algunos de los sitios que puedes visitar para desconectarte del estrés y la rutina citadina. Nunca dejes de regalarte esos días para ti, para estar con tu familia, tu pareja o tus amigos. Siempre mantente en contacto con eso que te hace feliz y no olvides crear ese balance de ciudad-naturaleza en tu vida. 

Porque más que un estilo de vida, es una forma de existir.