Un Armario Por El Clima

Luego de una semana de conversatorios y charlas sobre moda y su impacto ambiental, decidí dar inicio a la campaña #UnArmarioPorElClima. La idea de esta campaña es promover la consciencia de consumo para disminuir la huella de carbono desde nuestros armarios.

La industria de la moda depende de los recursos del planeta y a su vez, el modelo de trabajo que ha venido desarrollando ha condicionado el equilibrio del mismo a través de la extracción de recursos de forma desmedida y de la contaminación de suelos, aire y agua.

Por medio de esta campaña conectaremos nuestras decisiones de consumo en la moda con cada uno de sus impactos y aprenderemos a evaluar nuestras decisiones para definir y crear lo que significa ser un consumidor consciente. Construyendo #UnArmarioPorElClima aprenderemos a valorar las piezas que tenemos, a extender la vida útil de las prendas, valorar y regenerar los recursos involucrados en los procesos de producción y a respetar el aspecto social y ético que están involucrados en nuestras compras. Nuestro objetivo es aprender, cuestionarnos, analizar y reducir nuestra huella de carbono desde la experiencia de vestir y diseñar nuestros armarios.

Esta campaña cuenta hasta ahora con dos fases iniciales y pronto trabajaremos una tercera parte.


Durante diez días vestiremos diez prendas de ropa para extender la vida útil de las prendas y aprender cuál es el impacto ambiental generado cuando desechamos una prenda.

La misión de esta fase es entender porque lo más sostenible es lo que ya tenemos al valorar las prendas que están en nuestro closet.

¿Quieres participar en esta campaña?

Puedes hacerlo de forma privada y comentarme tu experiencia a través del correo vancampiblog@gmail.com o puedes hacerlo de forma pública y escribir o compartir tus experiencias en tus redes sociales usando el hashtag #UnArmarioPorElClima y etiquetándome @vancampi.

¿Qué sucede cuando desechamos nuestras prendas?

La moda es cíclica, aquello que creemos que no volverá a aparecer, de la nada aparece. La verdad todo es cíclico en esta vida y ya sabemos que todo se conecta, todo vuelve, todo se repite - también la ropa porque en serio, no importa repetir ropa.
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Incluso las prendas que llegan a los vertederos o incineradoras vuelven a nosotros, de una u otra manera, lo hacen. Ya sea como microfibras en nuestra comida o simplemente reduciendo las posibilidades de poder respirar, ya les explicaré cómo sucede esto, pero digamos que a nivel ambiental la ropa que descartamos tiene un impacto y que sus consecuencias comprometen el equilibrio del planeta.

Cuando una prenda llega al vertedero libera metano. Este es un gas de efecto invernadero (GEI) - el proceso que retiene una parte de los rayos que entran a la Tierra en la atmósfera - y que calienta 21 veces más que el CO2. Cuando hay más GEI, la Tierra se calienta aún más y eso crea un desequilibrio en el funcionamiento de los océanos; el otro pulmón que nos da oxígeno y que además regula el clima.

En los vertederos nuestras prendas sintéticas se transforman. El plástico de la ropa - fibras y tintes - realmente nunca se descompone, solo se fragmenta y se adentra en los suelos, alterando la composición de estos por los químicos y causa una degradación. Lo más curioso es que la tierra funciona como una barrera que impide que el CO2 llegue a la atmósfera, pero, cuando se degrada, libera gases como el óxido nitroso y el mismo CO2, que bueno, ya sabemos a donde nos lleva.

En el proceso de fragmentación, los microplásticos liberados logran infiltrarse por los suelos para llegar a las corrientes subterráneas o viajar por la escorrentía de agua hasta los océanos. Allí, los fito plancton las ingieren y se ven imposibilitados de cumplir su papel en el ecosistema marino. Ellos son los primeros eslabones de la cadena alimenticia y están encargados de absorber grandes cantidades de CO2, el gas contaminante, y aportan a la atmósfera casi el 50% del oxígeno que respiramos.

Al descartar prendas también estamos amenazando la biodiversidad y los ecosistemas. La emisión de gases, la degradación de suelos y la contaminación de los océanos conlleva a un aumento de temperaturas y eso compromete la vida de millones, incluso la de los seres humanos. Cada una de estas especies y ecosistemas tiene un papel importante en el equilibrio del planeta, por lo que al extinguirse uno se estimula la crisis climática.

Las razones por la que desechamos una prenda son muchas, pero sin duda, la más acertada sería el ver la pieza como un producto sin valor. Hemos acelerado nuestro consumo a tal ritmo que hemos duplicado la producción de prendas y estamos usándolas menos tiempo (WEFORUM).
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Aún así, desechar una prenda sería un desperdicio de recursos necesarios para mantener el equilibrio del planeta y evitar una crisis climática. Al extender la vida útil de estas y así reducir su huella. Las emisiones de una prenda pueden reducirse 24% en un año al extender su uso de uno a dos años. (Ecoage)


En esta segunda fase, conectaremos con nuestras piezas para romper algunos estigmas y mitos de la moda sostenible. Nuestra misión será cumplir con una serie de tradiciones sostenibles donde por cinco días usaremos:

Algo usado: una prenda de segunda mano que tengamos en nuestro armario.
Algo viejo: la prenda más vieja que tengamos en nuestro armario.
Algo prestado: una prenda que hayamos tomado prestada de un familiar, amiga/amigo, e incluso de tu pareja.
Algo reparado: una prenda que hayamos decidido salvar o reinventar en nuestro armario.
Algo repetido: una de las prendas que hayamos usado durante la semana y que querramos repetir nuevamente.

¿Quieres participar en esta campaña?

Puedes hacerlo de forma privada y comentarme tu experiencia a través del correo vancampiblog@gmail.com o puedes hacerlo de forma pública y escribir o compartir tus experiencias en tus redes sociales usando el hashtag #UnArmarioPorElClima y etiquetándome @vancampi.


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